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viernes, 29 de enero de 2010

La cara de las zapatillas


Hoy precisamente fui a coger mis zapatillas de estar en casa y vi que una de ellas tenía cara. Y lo peor de todo era que encima de la cara, había pintado un gato. Creí que esa cara con el gato era una maldición porque el otro día fui también a cogerlas y la cara con el gato no estaba. Estaba de los nervios. Si a la zapatilla le sale una cara, a la televisión le terminarán saliendo escarabajos.
-¿Cuál será mi destino? -dije. -Será mejor que esté alerta por si hay una maldición en casa. Si mis consecuencias son maldiciones pensé que sería mejor tirarlas a la basura y eso hice. Las cogí y las tiré a la basura. Pero ocurrió una cosa inexplicable: Fui al cuarto de baño y allí estaban. Mejor pensé que estaría mejor tirarlas por la ventana. Las tiré por la ventana y de repente oí una voz.
-Vete con el demonio, es decir conmigo Ja, ja, ja, ja -dijo la cara de la zapatilla. De pronto vi que tenía una maldición. El otro día toqué al perro del vecino. Puede que él tuviese la maldición y me la contagiara. A partir de ahora, voy a recomendar a todo el mundo que no toque a perros con maldiciones.

Galgarabel.



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