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sábado, 3 de diciembre de 2011

Acopio de paciencia




No puedo correr, no puedo escribir. Como si una cosa fuera causa de la otra. Lo que en principio eran dos semanas, se han convertido en dos meses y lo que surgió como algo espontáneo ahora cuesta de pensar.

La cosa va más o menos así. Pasadas las dos semanas que el médico predijo para la recuperación, la rodilla me molestaba igual. Mejoré con la rehabilitación pero a la semana volví a estar en las mismas. Asumí que la cosa llevaría su tiempo así que decidí mover el cuerpo de alguna manera y la forma más próxima de poder hacerlo era meterme al gimnasio tres días por semanas a sudar. Por supuesto me estoy tomando la botica para el cartílago por prescripción facultativa. Se llama condrosán es un clásico para las articulaciones.  En una siguiente visita al galeno observó que la evolución era correcta  aunque lenta. Paciencia.

Lo cierto es que no me ha costado mucho dejar de correr, sin embargo hecho de menos la sensación de poder seguir corriendo pasado un rato de carrera. La sensación de que pese al cansancio puedo seguir otro rato y otro. Hecho de menos la sensación más que el hecho físico. A mi ritmo claro. En el gimnasio me canso lo mío, pero de otra manera,  es un cansancio indoor. No es lo mismo. He de decir que me estoy acostumbrando a las rutinas de elíptica, abdominales y algo de pesas pero sin excesos. Igual podría acostumbrarme a rezar el rosario tres veces al día. Ah!! Un día a la semana hago algo de técnica de carrera, pero de una manera testimonial.

Las condromalacias y el paso del tiempo es lo que tienen,  que minan la moral, pero sabiendo por donde viene el enemigo, no es difícil contrarrestarlo aunque la solución no sea rápida. Otra cosa es que te pille por sorpresa  como si fuera un dolor de muelas.

En fin ahí sigo, en la resistencia. Es una buena motivación resistirse.

Quiero agradecer esos ánimos a la parroquia internauta. Son bienvenidos, ayudan.