Seguidores

lunes, 4 de octubre de 2010

Kilometrada y Fiesta de la Bicicleta 2010



Me levanto la mañana del Domingo un poco antes de la hora prevista porque tengo la intención de ver los últimos kilómetros del campeonato del mundo en ruta de ciclismo, que se celebraba en Australia, ya que hay posibilidades de que Freire haga un buen papel, cosa que efectivamente sucede al quedar sexto. Lo curioso es que si estuve veinte minutos viendo el final de la carrera, a Freire solo lo sacaron en la recta de llegada, de refilón y gracias.

Bueno, a lo que vamos. Fin de la semana nueve, de catorce, de preparación de la Maratona de Zaragoza. Hoy tocaba la kilometrada del Domingo y aprovechando que no había carrera en el Retiro me fui para allá suponiendo que sería una mañana de otoño tranquila y sin prisas. Empiezo en el carril bici a la altura del final de Sainz Baranda y me encuentro un considerable tráfico de ciclistas que aumentaba a medida que subía por la calle. Yo sabía que hoy se celebraba el día de la bici pero asumía, no se por qué razón, que la congregación se reunía por la Plaza Castilla y aledaños. La realidad es que cuando llegué a la altura de Menéndez Pelayo, junto al Retiro ¡diossssssssssssss! Aquello era la apoteosis ciclista, miles, que digo miles, diez miles de bicicletas. Hasta me encontré y saludé a un colega que estaba con la familia. Mantuve la calma y pensé que el Retiro es muy grande y cabemos todos y efectivamente, comencé a dar la primera de las seis vueltas y cuando terminé de dar la segunda, cuarenta y ocho minutos después aún faltaban por salir lo últimos. Bueno, menos mal, que ya se han ido.Pero no! Al acabar la tercera vuelta. ¡Madre mía!. Como una pesadilla, ya estaban de vuelta los primeros del grupo llegando a la misma calle de antes y me imaginaba la marabunta de detrás y dije, me voy, salgo de aquí.

Comencé un periplo por todo Madrid que me llevó hasta Manuel Becerra, Ventas, Alcalá Norte, Canillejas …. Hasta la Fuente del Berro. Donde paré de correr dos horas y cuarenta y cinco minutos después. Al terminar de estirar y a la salida del parque, por Sainz de Baranda bajaban ciclistas con globos azules atados a sus bicis. Seguro que no sabían cómo había quedado Freire.

Jaal

4 comentarios:

  1. Dos horas y cuarenta y cinco minutos acosado por las bicicletas; a eso le llamo yo una tirada larga, si señor.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Zaragoza ya está a la vuelta de la esquina... hay que afinar al máximo...!! Suerte y adelante...!!

    ResponderEliminar
  3. Pedazo de tirada, esquivando bicicletas....

    ResponderEliminar
  4. Habrás aprendido la lección, ¿no? Al parque del retiro se tiene que ir de madrugada y con alevosía!

    Saludos!

    ResponderEliminar