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domingo, 13 de diciembre de 2009

Compañeros del alma


Este es un caso que me contó Óscar y que ocurrió al cruzar la meta de la popular de Canillejas 2009.

Sucede que un correteador entrado en carnes cruzó la línea de meta en un tiempo, vamos a poner de 48’ o por ahí. El hombre llegó echando el bofe y morado por el esfuerzo, tanto, que al parar se tuvo que agarrar de mala manera a una de las vallas y quedarse en estado de suspensión hasta que le volviera el aire y la vida.

Estando en estas, llegó un colega que le informó, pormenorizadamente:

- Lo siento tío, pero no has hecho mmp, (que en el argot quiere decir, mejor marca personal.). Si es que has salido como un burro, tenías que haber regulado en el cinco ….

Y el colega seguía apoyado, cabeza abajo, intentando llegar hasta los cordones de las zapatillas para quitarse el chip y además supongo conteniendo:

- unas dosis de frustración tremendas
- unas ganas de darle una hostia al colega de no te menees.

Estas cosas suceden. Son malas para la salud. Cuidado.

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