Cómo se queda el cuerpo

Estas son mis impresiones de cómo se me está quedando el cuerpo después de traspasar el ecuador (siete semanas) del plan de entrenamiento (para verlo pinchar aquí)

Se puede decir que el invierno que llevamos no me está afectando mucho. Salvo lluvia torrencial o viento huracanado he salido los días preceptivos por “La Fuente del Berro” o con el runner Óscar por el Retiro. La principal dificultad del plan ha sido, y sigue siendo, el añadir un día más a la rutina y pasar de tres a cuatro. El día añadido que normalmente lo he puesto en Viernes suele ser un calvario, con pesadez de piernas y decaimiento carreril. Por otra parte cada semana o cuatro días me ha asaltado un dolor o molestia nuevos, bien fuera por muslos, pantorrillas, talón, planta del pie. Felizmente duran unos días y después se van. La sensación general es la de estar físicamente bien, incluso fuerte pero estas molestias me están aportando una sensación, como decirlo, de fragilidad.

Y lo cierto es que esto es una aventura en dos etapas. La primera llegar al día de la maratona sin lesionarnos y la segunda terminar. Personalmente puede ser que no llegue a cumplir ninguna de las dos, aunque ya vamos por la novena semana de dieciséis, pero es lo que tiene la aventura, que se sabe cuando empieza.

Los de la foto, por ejemplo, se quedaron “Atrapados en el hielo”, pero lo pudieron contar.

Jaal