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lunes, 30 de agosto de 2010

Disparos

Estuve haciendo el Domingo la correspondiente tirada larga entre los pueblos de Miño, Valdanzo y Valdanzuelo cuando al poco de comenzar oigo un disparo y luego otro y caí en la cuenta de que por la fecha en la que estamos se había abierto la veda. Sirve decir media veda correspondiente a la codorniz, paloma torcaz y yo que sé que más animales. Y así con la mosca, con el ruido detrás de la oreja, anduve durante todo el camino. Ahora se oía de un sitio, después desde lo alto del páramo, perros ladrando en el rastrojo, conversaciones.

Unas veces se oye un disparo aislado, pero a veces se oían dos o tres seguidos. En mis momentos de trote en solitario prefiero no pensar en nada, casi nunca lo consigo, pero en esta ocasión el ruido me sacudió la cabeza. Intenté buscar un sentido al número de veces seguidas que percutía el arma y llegué a la conclusión de que cuando se oye uno, la presa se ha podido escapar o no. Cuando son dos, las probabilidades de salir viva la presa son menores. Si son tres es casi seguro que al día siguiente el bicho está escabechado.

Con la incertidumbre de no saber en que momento me tropezaría con un perdigón perdido hice la tirada este Domingo. Se ha abierto la veda.

Jaal

3 comentarios:

  1. Cuando uno corre o pasea por el campo y escucha un disparo siempre tiene la inquietante sensación de que se va a encontrar con una bala perdida y que no va a haber nadie para ayudarle. Un saludo,

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  2. Si es verdad te pone un poco nervioso esa situación... habrá que entrenar con chaleco jejeje.

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  3. Yo en una ocasión, corriendo una carrera de canicross cerca de un campo de tiro me puse tan nerviosa con los disparos, que ante la idea de que alguno se escapara fuera, empece a correr como una loca. No me sirvio para batir marca, me desfonde y pagué luego las consecuencias, je,je.

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