Me presenté en el parque del Oeste algo preocupado. Esto era porque seguía arrastrando unos problemas con el tobillo y porque además por propia cabezonada tenía que venir.
- Sí. Ya que tienes el dorsal pues habrá que ir. No??
Además y para completar el error, durante esa semana anduve subiendo cuestas por el parque de la Fuente del Berro, lo cual acrecentó las molestias.Por algún motivo y para molestias leves, sin llegar al dolor vamos a decir, a veces el cuerpo siente una mejora insistiendo en el ejercicio. Pero esteno era el caso, ni el día.Fui a correr con molestias-dolor.A todo esto, unos días después nos íbamos de vacaciones. También son ganas de correr Jaime - que me dice mi mujer.
Empezamos. Diálogo con uno mismo:
"Bueno ya que estoy termino y después me tomo algo. Parece que duele más. Resiste, vamos. Menuda cuestecita. Joder el tobillo. Ahora un cronómetro.Estación del Nortea la derecha.Una recta. Curva a la derecha, vaya cuesta, esto se empina una barbaridad, sin referencia sin nadie a quien seguir. No miro el reloj. Termina la primera vuelta.¿Lo dejo o no lo dejo? No lo dejo. Quedan cinco kilómetros. Vuelta a empezar. Trago de agua. Agua por la cabeza. Pasamos por el crónometro. Mejor no mirar. Me pasan. Un corredor en direción contraria, busca a alguien. Veo las casetas de una feria. Deben ser fiestas. No hay nadie. Ni siquiera huele a fritanga. No hay música. Curva a la derecha. Otra vez el cuestarrón. Al fondo una fuente chorreando agua. Siento la respiración. Última curva. Esto termina. Un último esfuerzo cuesta abajo. Menos mal que esto se ha terminado. Tengo mucha sed.En Septiembre vuelvo.
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