Hay cosas que cuestan esfuerzo y otras que no. Esta es una verdad de las buenas. Y además como a mí me gusta, fácil de comprender. Voy a poner un ejemplo. No me cuesta esfuerzo correr a mi ritmo. De acuerdo que mi ritmo no es el de Edwin Moses. Puedo salir a correr sin esfuerzo ni cargo de conciencia una semana después de una kilometrada. Es más, durante esa salida puedo terminar muy cansado, hasta con sueño. No pondría reparos en volver a salir al día siguiente.
Hace dos días he regresado al gimnasio. Casi un mes después. Me cuesta ir al gimnasio. El ambiente es bueno, conozco gente y además se controla que el personal no haga el loco con las pesas o el press de banca. Sin embargo es algo que tengo que forzarme a hacer. Sin ir más lejos, el pasado Viernes día del regreso, eché la cuenta y, dios, ya había pasado casi un mes desde la última sesión. Es verdad que procuro no faltar a mi rutina con la pesa. No es menos verdad que cualquier cosa puede suponer una excusa para saltar la rutina. Es una lucha.
Otro ejemplo de cosa que me cuesta esfuerzo hacer es la declaración de la renta, o formatear el ordenador o escuchar a un político.
También es cierto que sin esfuerzo no se mejora. Si sólo salimos a rodar como nos pide el cuerpo de forma natural, sin esfuerzo, nos quedaremos siempre ahí. El secreto para mejorar es darle estrés al cuerpo.
ResponderEliminarYo también me estreso con la declaración de la renta y formateando y reinstalando todos los programas del ordenador. Lo de los políticos deja de estresarme y me cabrea directamente.
Yo al gim le voy cogiendo el tranquillo, no me queda otra. Con lo del ordenador si que no puedo.
ResponderEliminarYo formateando el Pc disfruto (deformación profesional), con los políticos me aburro y haciendo la declaración, cuando veo mis ingresos, guardo un minuto de silencio.
ResponderEliminarPero corriendo, aunque sea echando los hígados, me relajo y disfruto. Y mucho.
Es que correr nos hace libres
ResponderEliminary la declaración prisioneros
formatear el pc nos hace rezar
los politicos nos hacen.... de todo y nada bueno
y las pesas.... las pesas esque pesan mucho.
Un saludo.
Me pasa lo mismo, aunque cada vez menos, siempre que al gimnasio vaya a primera hora. Al mediodia o por la tarde imposible vencer la pereza que me da.
ResponderEliminarEl ordenador hace tiempo que me lo pide a gritos, imaginate si me cuesta esfuerzo.
Si no se pone uno una rutina diaria.. acaba uno por no hacer nada.. ya sea gin, correr, bici o lo que sea.. acaba un en el sofá todos los días.
ResponderEliminarPues yo el gimnasio lo he tomado como una rutina más de la vida y si no voy una semana hasta lo echo en falta. Lo de los políticos ni me estreso ni me estresará nunca
ResponderEliminarPues ya tenemos algo en común: lo de formatear el pc. El mío debe ser un nido de virus, pero paso. Cualquier día se me va a pegar algo al cuerpo a través de los dedos.
ResponderEliminarYo tampoco puedo con el gimnasio.
ResponderEliminarNo me gusta su olor ni muchos de los individuos que pululan por ellos, pero lo que odio sobremanera es la música infernal y repetitiva.
Salud!
Gimnasio.... noooooooo
ResponderEliminarMás divertido es pasar una tarde como la mia de ayer, arreglando la cisterna y todas las tuberías variadas del baño...
Son las cosas que no nos gustan las que más dejamos a un lado; sabemos que tenemos que hacerlas, pero mejor mañana.
ResponderEliminarUn saludo.
Uy Jaal, es que esto último que citas no es que cueste esfuerzo es que da "asquito". ;-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo suscribo todo, el gimnasio es bueno y necesario, pero no apetece
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