Como podéis ver no he quedado entre los tres primeros porque estos muchachos han llegado antes que yo, pero he estado cerca, de hecho he llegado en la misma hora.
He salido del hotel a las ocho y media a dar una vuelta por la ciudad. Buena temperatura, unos doce grados, más o menos. Lo primero que me he encontrado han sido unos botelloneros que estaban celebrando algo junto a la catedral, yo soy de su opinión, siempre hay algo que celebrar.
He ido a la salida de la carrera situada en la calle Miguel Iscar a enterarme donde estaba el guardarropa y a ver la disposición de las cosas. Allí estaba el ejército poniendo tiendas de campaña que servirían precisamente de ropero o de improvisado centro de masajes y estaban los cooperantes con la publicidad, las vallas y los cronómetros. Cada uno a lo suyo. Bien. Llegué a
A las nueve y media dejo el chándal en el guardarropa y me dispongo a calentar. La organización es extraordinaria. Lo tienen tan planificado que prácticamente no te das cuenta que hay alguien detrás moviendo el cotarro, no se dejan oir. Ni una música, ni sirena, ni una palabra más alta que otra. Silbato de llamada a los corredores y un disparo que indica el comienzo de la carrera.
Salgo, como siempre, de los últimos. Pasado un kilómetro me encuentro regular. Otra vez la dichosa pesadez de patas. Llevo un trote cochinero, pero muy cochinero. En el kilómetro tres nos dan la primera botella de agua. Traguito y en ese momento mi cuerpo se acuerda de los dos cafés. “ Hay madre que aún me tengo que echar unas risas antes de llegar al kilómetro cinco”. No pensar, no pensar. Y parece que se pasa. Los primeros cinco kilómetros los hago en poco más de
No lo he dicho pero el recorrido es totalmente llano tal como me habían comentado los colegas blogueros Ra y Fer Panamá. Hay unas pocas bajaditas con sus subidas, pero nada comparado con lo que se ve por Madrid. Hay un tramo de unos doscientos metros con el firme adoquinado y el paso de un puente es de rejilla, lo que hace salir durante unos momentos de la monotonía carreril y obliga a mantener la atención.
Lo cierto es que iba a más, siendo que las piernas se movían con más ligereza, hasta con cierta soltura. Fui así desde el kilómetro 12 hasta casi el 20, momento en el que tenía pensado dejarme llevar, pero cual fue mi sorpresa cuando veo a “la liebre de la hora y cincuenta”, corriendo como un poseso unos cien metros más adelante. Nunca he terminado una media en menos de 1h y
Llegué a la meta, en 1h
Ah!! y en la bolsa del corredor te ponen unas alubias blancas arriñonadas, para que termines de ir como un cohete.
Jaal
Enhorabuena, excelente marca y buenísima carrera, que todo el mundo coincide en que está espectacularmente organizada.
ResponderEliminarAunque lo de correr sin cuestas debería ser ilegal...
Felicidades, se te nota que has acabado muy contento, marca personal, buena organización y buen fin de semana, no se puede pedir más.
ResponderEliminarFelicidades Jaal, por tu fantástica carrera y por tener la suerte de disfrutar de una prueba tan bien organizada. Ójala el año que viene cuadre en mi calendario laboral-familiar-gaceril
ResponderEliminarSalud¡
Excelente carrera y felicidades por ese MMP, los entrenamientos al final te ponen donde te mereces.
ResponderEliminarEnhorabuenaaaa por esa MMP, lo diste todo por alcanzar a la liebre, qué fieraaaa!!!
ResponderEliminarEstupenda carrera y además llanita!! Me alegro que la hayas disfrutado.
Que saberees mucho las alubias ;-)
Besos.
Enhorabuena!!! muy buena carrera...
ResponderEliminarEnhorabuena!!! Que bien que no se te escapó esa liebre!!! Muy buen tiempo y buena crónica!
ResponderEliminarUn saludo
Felicidades por esa MMP, y ademas acabando con fuerzas, y por el Numancia, yo de lo mio ni hablo...
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