Seguidores

lunes, 1 de octubre de 2012

La élite y otros excesos



"Que dios no te de la mitad del dolor que seas capaz de soportar"
Refrán popular.

Estos días han salido a relucir entrenamientos, atletas de élite y las disciplinas que se utilizan. Se oye  hablar de  entrenamientos porque  a la seleccionadora de natación sincronizada le han escrito un manifiesto en el que la acusan de prácticas abusivas en el desempeño de su trabajo y la ponen a caer de un burro justificándolo con ejemplos que ilustran la categoría de esta señora. No se si esto será verdad, pero justificándolo o denostándolo he leído algunas cosas.

Una de ellas es esa que dice que el deporte es saludable, pero que el ejercicio de alta competición es traumático tanto físico como psicológico. No fuerte o excesivo si no traumático. Básicamente el comentario venía ha decir que la alta competición es estrés en vena. Y pensar que mandan hacer ejercicio para rebajarlo.

Otro comentario dice que un entrenador está para sacar más de lo que uno piensa que puede dar. El entrenador conoce el refrán del encabezamiento y sabe que todavía puede sacar más.Como si el atleta fuera un pozo. Vamos por otro cubo, por otro. Aún se puede sacar más.  También se dice que el verdadero drama de los atletas es cuando son adolescentes e incluso  niños, el que tira de la cuerda del pozo no solo es su entrenador, también los padres que consienten el atropello por la supuesta gloria suya o de sus vástagos. Se habla de la frustración de algunos competidores por no poder llegar a los mínimos y el consiguiente resentimiento que genera.

Que la vida en el alto rendimiento es dura, es algo conocido.  Pero cuando te cuentan el entresijo del asunto, la dureza se puede hacer difícil de digerir. A la élite se le exige a diario y el entrenador está para recordarles, para sufrirles, que son élite, que son los mejores . También está para llevarse el jornal a casa. A veces no sé hasta que punto estos centros de alto rendimiento son algo parecido a una secta en el que mejorar la marca es la única religión.

¿Y debe valer todo? He leído en muchos comentarios, que en su disciplina cada uno marca sus límites, tanto el entrenador, como los entrenandos, prácticamente sin injerencias de los directivos. Se justifica diciendo que muchos son los llamados, pero pocos los elegidos de poder soportar tanta matraca y que algo hay que hacer para cribar a los aspirantes.

No se si las declaraciones del manifiesto son ciertas, pero lo que evidencian algunas de estas prácticas es crueldad, no disciplina con las que puedo estar de acuerdo. Lo que evidencian, insisto si fuera verdad, es la existencia de una mente cruel y dañina  y no hay medalla ni mierdas que lo pueda justificar.

Y saber que la mayoría de estas prácticas son ignoradas ...

6 comentarios:

  1. Siempre es mejor saber que ignorar, pero ¿hasta qué punto muchas veces no preferimos ignorar si eso nos garantiza resultados? Sin medallas no hay dinero, y sin dinero me da la sensación de que no habría habido entrenadora ni nadadoras… ni polémica, por supuesto.

    Abrazos :)

    ResponderEliminar
  2. El deporte profesional es duro, durísimo. En los deportes de mucha carga técnica hay que repetir miles de veces. En los deportes como mucha carga física el entrenamiento persigue provocar cambios fisiológicos.

    Los entrenadores son líderes de personas, en cualquier grupo no se saca lo mejor de cada uno de la misma forma. Los hay que necesitan palos para triunfar y los hay que necesitan cariño y charlas amigables. Los entrenadores deben saber esto, crear la motivación necesaria para que los atletas den lo mejor, ¿de eso se trata, no? Esto se saca de distinta forma, pero desde la caballerosidad y el respeto. palos sí, humillación, no.

    ResponderEliminar
  3. Una cosa es cierta, no tengo ninguna duda que la exigencia es máxima y seguro que por encima de lo recomendable pero yo alucino cuando se habla de estas cosas y hablamos de los entrenadores, atletas, personas que rodean...pero joder, ¿qúe pasa, que al atleta/deportista élite en cuestión le obligan a estar allí?. Leches!!!, si estás viendo cosas fuera de lo normal, dílo. Claro, que también se juega con la ilusión de ser élite que tienen muchos jóvenes.

    ResponderEliminar
  4. Totalmente de acuerdo con tu entrada. Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Excelente texto. Incluso creo que tal crueldad de los entrenadores proviene de su ignorancia. Voy a citar a un monitor de tai chi que me dijo que para hacer un esfuerzo físico o mental se requiere una relajación máxima, atendiendo a la cultura oriental. Es evidente que cuando el entrenador descarga sus fracasos en ataques de ira, para descargar su bronca personal contra otras personas, está evidenciando su fragilidad, incapaz de superar sus traumas.

    ResponderEliminar