Hay personas que sabemos de su existencia a los pocos días de haber desaparecido porque vemos su figura por la televisión o por la lectura de su obituario en algún periódico. Este es el caso de Jack Lalanne, deportista, empresario e ideólogo deportivo muy conocido en Estados Unidos. Lalanne llegó a tener una cadena de gimnasios de mucho éxito en los años setenta y ochenta, tenía su propio programa de televisión e incluso diseñó aparatos para el fortalecimiento del cuerpo. Su ideario propugnaba dos horas de ejercicio diario y una dieta sana. Hasta ahí todo normal. El que tenga tiempo para poder hacerlo claro.
Me han llamado la atención una frase y dos de sus reglas de oro. La frase dice "No puedo morirme porque eso arruinaría mi imagen" y sus reglas; la primera “No comas nada que haya fabricado el ser humano” y la segunda y más inquietante “si sabe bién, escúpelo”. Frase que parece sacada de una noche de farra del grupo punk más salvaje y transgresor que se me pueda ocurrir. Lalanne es también conocido como el padre del fitnes y lo que me llama la atención es que pese a que sigo sin tener claro lo que es el fitnes, es una actividad que asocio a cuerpos esbeltos, relax, hedonismo y gusto por la vida. Hete aquí que llega el padre Lalanne y suelta eso de “si sabe bién, escúpelo”, con lo que de repente el fitness contiene atisbos de rigor espartano, más propio de monjes de clausura que de una actividad lúdica y de disfrute. He de decir que desde ahora miraré con otros ojos a todos aquellos esforzados practicantes y feligreses sobre cuyas cabezas pende este duro mandamiento que más parece una maldición.
Dicen que una evolución del fitness es el wellness. Del que por cierto también desconozco su sentido. No quiero saber que rigores y mortificaciones deberán llevar sus practicantes influidos por el ideólogo wellnesiano de turno. Se me han quitado las ganas..
Lalanne falleció el pasado mes de Enero a los 92 años.
Dicen que una evolución del fitness es el wellness. Del que por cierto también desconozco su sentido. No quiero saber que rigores y mortificaciones deberán llevar sus practicantes influidos por el ideólogo wellnesiano de turno. Se me han quitado las ganas..
Lalanne falleció el pasado mes de Enero a los 92 años.
Jaal
Jaal veo que te pones pronto en marcha.. para enteder el articulo lo he tenido que leer dos veces y la segunda despues del cafe con leche ji ji ji.. y ahora a entrenar duro para el MATOMA, un saludo y buen blog.
ResponderEliminarNo tienes más que ver los campeonatos de fitness....... E incluso éstos, hoy en día, estarán suavizados. Nada que ver con la imagen de "wellness" que venden los gimnasios. Es otra historia.
ResponderEliminarVaya personaje más curioso... Me quedo con la frase de "No puedo morirme porque eso arruinaría mi imagen", es muy buena, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo!
Lo había leido, todo un padrino de las buenas costumbres. Mi hermano no come nada que tenga padre y madre (es vegetariano). Yo prefiero el come lo que comía tu abuela, de esa forma intento descartar en la medida de lo posible, refinados, química, etc.
ResponderEliminarBuenas frases, las anotaré para esos días en que las rosquillas invadan mi pensamiento.
ResponderEliminarbss
Tania
En el término medio debe estar la virtud. El placer de la comida tampoco puede desdeñarse porque además de vivir mucho se te hará muy largo.
ResponderEliminarLa verdad es que yo no conocia nada de esta persona..interesante entrada
ResponderEliminarMenos mal que no sigo sus enseñanzas... Como tenga que escupir todo lo que sabe bien me voy a quedar en los huesos.
ResponderEliminarUn abrazo!
Jaal ni idea de este señor, pero prefiero quedarme con la frase y no con las reglas.
ResponderEliminarMe llamo Barroso de Rota ,Cadiz,saludos
http://lascosasdebarroso.blogspot.com/
Lo de comer algo sin árbol genealógico será complicado. Solo con pensar en un chuletón y ya me pongo a salivar
ResponderEliminarCreo el señor Lalanne estaba equivocado, porque su imagén no la ha arruinado. Acabo de conocer tu blog, me gusta y con tu permiso he hecho seguidor. un saludo
ResponderEliminar¡y que vivan las comidas de siempre!
ResponderEliminarY una cerveza para calmar la sed. Y una buena copa de vino, claro.
Un saludo!