Una de las cosas por las que se recordará la carrera de Canillejas es por el estreno del runner Oscar en una carrera de fuste. La motivación por lo tanto era considerable, no tanto por bajar tiempos, competir etc, sino por la emoción de correr. Correr por correr.
Los primeros kilómetros fueron a un ritmo por encima de sus posibilidades. A los dos kilómetros estaban algo tocados y al subir la cuesta del parque Paraiso, el runner Jaime hacía agua por los costados. De esta primera parte de la carrera, recuerdan una curva a derecha para tomar por primera vez García Noblejas con una cantidad considerable de coches aparcados a traición. También había un tráfico persistente y próximo en dirección contraria.
Pasado el parque Paraiso, queda una cuesta abajo de unos cuantos kilómetros y lo que debería haber sido un dejarse caer, casi se convierte en una arrastrada por el asfalto,
de tanto como le costo al runners Jaime llegar a la meta. Y es lo que queda comentado al principo, que lo que es un correr por correr, a poco que falle la planificación o la estrategia si la hubiere, se convierte en un:
- Pero qué se me ha perdido a mí en este sitio !!!!!!.
Sin embargo el runner Oscar subió y bajó como un tiro. Al final se hizo algo largo, claro.
La llegada a la meta fue multitudinaria y estanca, casi impermeable. Cientos de corredores se apretujaban a la espera de la bolsa de corredor y el trofeo, a mayor gloria de José Cano artífice del invento. Tardaron tanto en recibir el premio que los runners pensaron que más que bolsa, igual les estaban preparando el almuerzo con postre y todo.
Tardaron los runners alrededor de 52 minutazos en hacer el recorrido y después se fueron tan campantes con sus respectivas aficiones a comer a un chino del centro comercial Alcalá Norte. Restaurante que fue cerrado unas semanas más tarde. No se sabe el motivo.
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